06 de Septiembre
Desde que era pequeño ya tengo recuerdos de este hermoso valle, recuerdo haber tirado piedras en el ibón de Coronas, recuerdo haber estado jugando con la nieve en los Llanos del Hospital, también recuerdo haber jugado con mis amigos en el Plan de Senarta durante el deshielo de las nieves en plena primavera y ver como el rio Esera lleva gran cantidad de agua.
Algunos sabreis de que valle hablo... el valle de Benasque. Siempre que vengo por estos lares me llevo un bonito recuerdo, creo que es el ricón del pirineo por donde más me gusta andar, para mi tiene algo que lo hace diferente a los demás.
Martes por la mañana, a las 08:15 h. salimos de la Besurta (1.920 m.) dirección al refugio de la Renclusa para comprar una botella de agua (ya que nos la olvidamos en el coche con las prisas) y a continuación hacia el pico Alba. Lo que no sabiamos era que el organismo iba a traicionarnos y nos iba a obligar a dar la vuelta justo a mitad del ascenso.
Aunque el sol a salido hace un rato el frescor de la mañana se nota
Los 200 m. hasta el refugio son muy comodos, parece una calzada romana
Llegados a la Renclusa en 40 minutos, podemos ver el pico Alba a la derecha
La senda transcurre pegada al torrente de agua
Ahora toca un pequeño llano
Continuado de un repecho
Para empezar a ver el comienzo del pedregal
La senda comienza a cerrarse entre grandes rocas
Es aqui llegados a las 2 horas de caminata y algo más de 600 metros ascencidos cuando mi padre sudando a chorros con un fuerte dolor de estomago y dolor de cabeza, se tiene que sentar para guardar fuerzas para poder bajar hasta el llano de la Besurta. Más o menos desde el refugio se empezo a notar los primeros sintomas, en un principio por culpa de un exceso de agua durante la actividad fisica.
Y como en la montaña hay que estar al 100 % mental y fisicamente, decidimos dejarlo para otro dia. Asi que mientras se recupera un poco, remonto unos 100 m. hasta una cresta para ver el pico Alba y el valle de Cregueña.
Pico Alba a la izquierda, solo 600 metros más
Imponente, la Tuca Blanca de Paderna
Una vista hacia el valle de Cregueña
Fondo del valle
Los Maladetas y su glaciar muy cerca de nosotros
Precioso el Ibon de Paderna, buena siesta me echaría yo aquí
A la vuelta nos encontramos con los burros del refugio
Muy tranquilos pero que intentaron comerse mis barritas
Bueno esta vez no ha podido ser... pero la montaña siempre va estar ahí esperando a que la suban más montañeros y segurisimo que no tardaremos mucho en volver. De todas maneras hemos hecho un pequeño paseo del que hemos disfrutado mucho del abrumador paisaje que nos rodea.
Hasta que caigan los primeros copos espero subir unos cuantas cimas, la verdad es que vengo con una forma fisica muy buena y sobre todo con muchas ganas de andar por el monte.
David
